El trabajo remoto o teletrabajo, ya era posible gracias a la tecnología que se desarrolló en la última década. A mi me gusta pensar que la voz sobre IP fue la herramienta de mayor impacto en el desarrollo del teletrabajo, porque la voz es el componente más importante de una interacción en vivo; más que el video. Imagínense entrar a una reunión de zoom y que solo haya video, sería difícil comunicarnos en un ambiente sin voz.
Lo cierto es que en las empresas de tecnología la barrera de la distancia se ha borrado por completo, con el resultado que se han abierto las posibilidades de encontrar colaboradores en otras partes del mundo, principalmente porque hay una mayor oferta de profesionales con habilidades que en ocasiones no encontramos en nuestra localidad.
Este tipo de colaboración remota ya existía en los círculos académicos, yo recuerdo que cuando entré a la universidad logré hacerme con una de las pocas cuentas de correo que se entregaban a estudiantes, tenía que usarla por telnet. Enviabas un correo y del otro lado alguien te respondía, si ambos estaban en línea en ese momento el intercambio se convertía en un arcaico servicio de mensajería instantánea, solo texto, pero muy efectivo.
Luego como era lógico, nacerían los servicios de mensajería instantánea, (chats en línea, mIRC, ICQ, Messenger, etc.) y los servicios de correo se volvieron más funcionales y fáciles de usar y entonces la comunicación se volvió exponencial.
Un caso interesante de observación es cómo estas herramientas que han evolucionado hasta convertirse en servicios globales influyen en la colaboración que mantenemos en el trabajo o en nuestra vida personal. En Latinoamérica miles de negocios se negaron a desaparecer y encontraron en WhatsApp, Facebook, Instagram, Telegram, Web Chats y otras herramientas de mensajería instantánea, o que tienen un componente de estos embebido, la herramienta perfecta para continuar su relación con colaboradores y clientes.
¿Qué tienen en común estas herramientas? entran dentro de la categoría de comunicación asincrónica. No olvidemos al correo electrónico, es igualmente efectivo y necesario y también es una herramienta asincrónica poderosa.
No debemos olvidar que el concepto de asincronía en la comunicación data de la época en que enviábamos correspondencia en físico por el servicio postal, con respuestas que podían tomar meses o años, y que el envío de correos electrónicos a través de consola definitivamente evolucionó la comunicación dando vida a un vasto número de herramientas asincrónicas que existen hoy, cómo usarlas a nuestro favor hoy, es algo que hablaremos en la siguiente entrega.