Muchas veces pienso cuando me llegan miles de correos, mensajes de texto, llamadas al celular, etc… que la vida era mucho mas sencilla antes.
Cuando tenía 18 años trabajé en un barco pesquero como coordinador de logística, en esa época no llegaba a Ecuador la tecnología celular y el internet era algo que solo existía en las Universidades de alto nivel (un año después entraría a la Universidad).
Todas las actividades se realizaban con mucha planificación, de tal manera que se lograran efectuar conforme a lo programado y todo resultaba bien. Sobraba tiempo para tomarse un café o una cerveza, dependiendo de la hora. Para entonces yo vivía en Manta una ciudad costera donde el verano dura casi todo el año.
Años después, con varios trabajos en Ingeniería y muchos proyectos a cuestas siento que el tiempo no alcanza. La masificación del internet y la comunicación móvil cambiaron el mundo para siempre. Los tiempos de ejecución de proyectos se acortaron y tenemos un mayor contacto con el mundo, y también mayores demandas de miles de productos. Sin embargo, ¿tenemos mas libertad? Mirando hacia atrás al joven de 18 años que podía tomarse ese café o esa cerveza, creo que no.
No me malinterpreten, sin la tecnología es obvio que no tendríamos el acceso a la información que poseemos ahora, yo probablemente no estaría escribiendo este artículo y algún otro no se hubiera reencontrado con sus amigos del colegio gracias a los medios sociales en línea.
¿Cómo hacer para que la tecnología juegue a nuestro favor y nos ayude a mejorar nuestra vida? Es una pregunta difícil de responder, pero yo diría que deberíamos empezar por evaluar la real necesidad de ciertos gadgets que tenemos o de ciertos servicios que usamos a diario.
Últimamente existe una marcada competencia entre los jóvenes, y los no tan jóvenes, en tener el último Smartphone, la última Tablet o la última laptop. Esto va de la mano con tener el último iOS, el último firmware o la última versión de un determinado software. La competencia la empezamos a marcar nosotros como consumidores y debe existir un momento en que pongamos en stand by la necesidad de conectarnos o de estar al día con la tecnología.
Muchos de nosotros probablemente ya no sepamos bien como escribir a mano alzada y de manera normal, no usando la taquigrafía del cyber espacio (aquellos que tienen un Smartphone saben a que me refiero), es hora de dar un poco menos de importancia al tiempo que le dedicamos a estas cosas y más al tiempo que le dedicamos a actividades de recreación con cero acceso digital.
Hoy tenía la idea de desangrar a los Smartphones pero salí por otro lado, me di cuenta que en realidad no es el dispositivo el problema sino nuestra actitud. Hace poco mi esposa perdió su blackberry, pasamos momentos de angustia debido a que fue por un robo, sin embargo ahora que todo está en calma tengo toda su atención completa cuando le digo que la amo.
Concluyo este escrito desde una macbook pro, lo enviaré por Gmail a Zippejo (mi editor) y probablemente lo revise en línea desde el Ipad ;), al final nada es perfecto en este mundo!!!!