De la obsolescencia tecnológica hasta la ley de Moore
En este tiempo en que la tecnología ha copado cada espacio de nuestras vidas, y miles de servicios online y dispositivos se han hecho imprescindibles nos preguntamos si vale la pena invertir tanto tiempo y dinero en ellos.
La verdad es que no los necesitamos, sucede que cuando uno de esos servicios y/o dispositivos ayudan a que una necesidad se cubra en un menor tiempo o que nos ayude a ser eficientes pensamos que son indispensables.
Un año atrás, en la reunión de fin de año, premiamos en la compañía a varios empleados por su alto desempeño en el año, hubo varios premiados y varios premios también. Como estamos en una compañía que hace código lo mas común era que uno de esos regalos sea una consola de juego. Así que cuando toco el turno de Francesco su sorpresa fue grata al ver un Wii nuevo en su paquete.
Con el paso de los meses nuestro amigo tuvo la necesidad de venderlo por un tema personal, y empezó a recibir ofertas un 25% menores al precio oficial del mercado, aunque el nunca abrió siquiera el paquete. Claro muchos quisieron hacer su agosto y adquirirlo por un valor mucho menor, pero no estaban locos es simplemente el efecto de la obsolescencia.
En 1965 Gordon Moore, uno de los co-fundadores de Intel formuló una teoría que con el paso del tiempo pasó a denominarse la Ley de Moore. En ella establecía que cada 18 meses se duplicaría el número de transistores en un circuito integrado, duplicando así la capacidad de procesamiento y además que existiría una reducción de costos considerable. Mas tarde Moore actualizó su predicción a 24 meses, con lo cual se convirtió en un estándar implícito el que la capacidad de procesamiento se duplica cada dos años.
Qué tiene que ver la ley de Moore con la obsolescencia, probablemente nada de manera directa, sin embargo y gracias a su cumplimiento efectivo durante los últimos 46 años, miles de investigadores y compañías se han decidido a apostarle al desarrollo de servicios y sistemas que requerirán mucho trabajo de procesamiento sin que sea esto una perdida de tiempo y dinero. Esto también permite trabajar en diseños mas avanzados de varios dispositivos sabiendo que existirá la tecnología necesaria para ello, y como 2 AÑOS es un periodo muy corto de tiempo lo que compramos el día de hoy en 6 meses pasará a ser un clásico y en un año probablemente una antigüedad.
Datos Históricos Ley de Moore – Tomado de Wikipedia
Si piensan que dos años no es un periodo tan corto, los reto a determinar el tiempo que se demoró la aviación en pasar de propulsión de hélice a jets.
Al final para quienes estamos inmersos en el mundo de la tecnología de cualquier manera, sea escribiendo código, creando dispositivos o simplemente pensando los nuevos servicios que el mundo digital puede controlar, debemos pensar en esa ley. De cierta manera es también un desafío mantenerse al paso porque estar al día cuesta dinero y hacer un review de un producto el día de hoy será historia antigua mañana.
Para Francesco quien por desgracia después de un año no ha vendido aun su Wii la cosa va peor, no solo se ha depreciado un 25% mas, la presencia de nuevas consolas con mas funcionalidades hacen prácticamente invendible su dispositivo. Mi mejor consejo para todos ustedes: no se aferren a sus gadgets, algunos no son tan indispensables.
Por lo pronto voy a seguir intentando convencer a Francesco que traiga su Wii al trabajo a ver si nos entretenemos jugando FIFA 2012 mientras salga una nueva versión.
NOTA FINAL DE FIN DE AÑO
Al ser este el último artículo del año, quiero agradecer a todos su tiempo, su fidelidad y sus comentarios para el trabajo que hacemos en OpenDireito. Estamos orgullosos de tenerlos como seguidores y seguiremos publicando notas el 2012 y si el 2013 amanece como esperamos todos, continuaremos hasta el infinito 😉
Feliz año, felices fiestas y que disfruten en compañía de sus seres queridos.
Atentamente
Paul Estrella Silva
Polestar